MUERE QUIEN HA DE MORIR…
Martes, Diciembre 31st, 2013Esto que estoy leyendo no es una novela, ni otro libro cualquiera. Es, ni más ni menos, la libreta secreta de Notas de Lou Carrigan, donde va apuntando las ideas que se le ocurren para sus novelas. Sólo que en esta ocasión no estoy leyendo una nota imaginativa, sino algo que le ha ocurrido realmente al propio Lou.
He aquí la “nota”.
Estaba yo mirando la hermosa bahía por el ventanal del despacho de mi palacete de Miami Beach, cuando, de pronto, me llega la idea que estaba necesitando para la novela de turno. Con una exclamación de alegría, me volví hacia la mesa de trabajo, y me disponía a sentarme en el sillón giratorio para comenzar a teclear ante el ordenador cuando, de repente, quedé pálido por la sorpresa y el consiguiente sobresalto al ver el cadáver tendido en el sofá. Imaginaros: ¡un cadáver en mi residencia, en mi despacho, en mi sofá!, así, por las buenas…, quiero decir, por las malas. Imposible, sencillamente. ¿Podía ser que estuviera viendo visiones? Me acerqué al sofá. Me quedé mirando el cadáver, y de repente me di cuenta de que lo conocía. ¡Vaya si lo conocía! No era cadáver todavía, simplemente estaba agonizando.
-Lou –me dijo con leves susurros-… Lou, ayúdame… a sobrevivir…
-Ni hablar de eso –le repliqué sonriendo-… Es más: mientras tú mueres yo voy a celebrarlo con unas copas de champán…