AMORES SOÑADOS

PROMESAS DE AMOR IMPOSIBLE
 
 
Se conocieron por Internet; o en Internet, según dicen algunos. En realidad esto da lo mismo, es sólo una matización de escritor; ya se sabe que los escritores siempre andamos buscándole tres tildes a la ñ.
(Esto me ha quedado muy, muy, muy bien, porque lo de los tres pies al gato ya es un tópico muy conocido viejo y manido…, aparte de que es fácil encontrarle tres pies al gato, ya que tiene cuatro… Ah, ya, que al decir tres se hace referencia a las dos patitas de atrás, y claro, si tiene dos es complicarse la vida buscarle tres… De acuerdo, pero me quedo con lo de las tres tildes a la ñ.)
O sea, que fue gracias a unas fotografías aparecidas en Internet que tuvieron noticias el uno de la otra y la otra del uno. Se vieron en fotografía y eso fue como si el cielo se hubiera llenado de luces de esplendentes colores jamás vistas antes por nadie. Verse y enamorarse fue todo uno; fue, y perdón por recurrir, ahora sí, a un tópico, un tremendo y cálido flechazo que los dejó aturdidos a los dos, los dejó viendo las estrellas y la Luna en pleno día; más aún: los dejó viendo visiones, o sea, esas imágenes que no son reales pero que deberían serlo, para goce y felicidad de los amantes.

 

 

(Podéis ver en el diccionario el término visión, pero para que nos entendamos ahora mismo, yo me refiero a la acepción que adjunto: 5. f. Creación de la fantasía o imaginación, que no tiene realidad y se toma como verdadera.)
Las visiones suelen tener mala prensa (¡usted está viendo visiones!, se dice en tono despectivo cuando alguien propone algo imposiblemente hermoso), pero es una de las grandes injusticias de la vida. Porque vamos a ver: ¿qué tiene de malo ver con la imaginación lo que uno siempre ha deseado ver con los ojos, qué tiene de malo ver con el corazón lo que no se puede ver con la mirada? Supongamos que tanto él como ella fuesen feos, empleando un término vulgar. Pues bien: ¿no es mejor, más dulce, más hermoso que se vieran uno al otro como el ideal de belleza soñado, como el ideal de amor, como el ideal de encanto…? ¿A quién perjudica que las visiones embellezcan la realidad y por tanto la vida misma…? Yo diría que a nadie, pero ya sabemos que existen los aguafiestas, a los que vamos a dejar de lado inmediatamente para seguir con la bella historia de amor imposible.
Tras el intercambio de miradas yo creo que él quedó más impresionado que ella, porque sí, cierto, él es muy hermoso, pero ella es encantadora… Aclaremos esto: no es lo mismo ser guapo que ser encantador. Por mi parte, si me diesen a elegir preferiría ser encantador. (Tal vez porque lo de llegar a ser encantador se puede aprender o, mejor aún, se puede ir desarrollando con las experiencias de la vida y teniendo buen carácter y respeto al prójimo, y en cambio dudo mucho que se pueda aprender a ser guapo por muy listo que sea uno…)
Pero sigamos con el amor imposible.
Él es guapo y ella encantadora…, además de tan guapa o más que él, todo hay que decirlo. En fin, forman una pareja absolutamente deliciosa y merecedora de toda la felicidad de la vida. (No digo la “felicidad del mundo” porque me temo que de ésa no queda mucha, y cabe suponer que un día terminaremos definitivamente con toda ella, de la felicidad no quedará ni rastro. Y esto es terrible, porque ¿qué hará el mundo sin felicidad, qué hará el mundo si le borramos la sonrisa de la cara y la alegría del corazón? No, no me estoy liando ni enrollando, nada de eso, sé muy bien lo que digo…, ¡pero ojalá me equivoque!)
Total, que verse, enamorarse y amarse fue todo uno para ellos, para los tiernos protagonistas de esta historia. A partir de ese momento mágico en que sus miradas se encontraron gracias a Internet, intercambiaron ardientes y sinceras promesas de amor mientras se contemplaban en los respectivos monitores de sendos ordenadores. ¡Vaya si eran sinceras y apasionadas esas dulces promesas! Tan sinceras y apasionadas que muchos para sí las quisieran. Lo cierto es que lo tenían todo para alcanzar la felicidad: además de amarse locamente, ambos eran de buena casa, estaban bien alimentados, lustrosos y sanos, pero…
Pero está el mar de por medio. Mejor dicho, no un mar, sino dos: el Mediterráneo y el Atlántico. ¿Y cómo podría él nadar desde un lugar de la costa española del Mediterráneo y cruzar el estrecho de Gibraltar hasta el océano Atlántico, atravesar éste, y llegar tan campante a la bellísima ciudad de Rio de Janeiro, donde vive Cindy? O viceversa: ¿cómo podría la pobrecita Cindy hacer ese mismo viaje desde Rio de Janeiro hasta la mediterránea Costa Brava, donde vive Tro?
Era imposible, ciertamente.
Hay que admitirlo.
Hay que resignarse.
Es un amor imposible por muchas promesas que lo respalden. Claro –se me podría objetar–, para eso están los barcos y los aviones, para cruzar los mares y recorrer los cielos. Cierto. Lo moderno es bello. Y práctico: uno se sube a un avión o aborda un barco, y en un santiamén llega a su ansiado y romántico destino. Pero por muy buena voluntad y mucho amor que exista, eso no pueden hacerlo sin más un par de gatitos enamorados. Porque, de una vez por todas, digamos ya quiénes son los enamorados y cuáles son sus nombres: ella se llama Cindy, y es la gatita mimada de Jôka P., y él se llama Tro, que significa “Trueno”, y es el gato mimado de mi hija Isabel Mª. Ella vive en Rio de Janeiro, él vive en Begur, en el Mediterráneo.
La pregunta es: ¿alguna vez se reunirán Cindy y Tro?
¿Alguna vez alguien tendrá el corazón tan tierno para propiciar su acercamiento, su sueño, su amor? Yo quiero creer que sí, que alguna vez alguien hará que ese amor imposible se convierta en una bella realidad. Y ello porque para el amor, como para todo lo hermoso de la vida, no puede aceptarse NUNCA la palabra imposible.
 
 
  TRO1-2
       
         TRO2-2
 
 CINDY3
 

cindy1.jpg

CINDY2 
 
 
 
(Dedicado a mi querido amigo carioca Jôka y a su linda y mimosa gatita Cindy.
Con recuerdos muy cariñosos del apuesto y enamoradizo Tro.)
 

2 comentarios »

  1. Minha gatinha Cindy e eu, agradecemos a homenagem tão gentil, com essa linda história, cheia de emoção e de tanta sensibilidade.
    Um abraço
    de seu amigo carioca
    Jôka P.

    Comentario por Jôka P.-Av.Copacabana — Abril 15, 2007 @ 10:54 pm

  2. Sé que eres mi amigo. Gracias, Jôka.
    Un beso de Trueno para Cindy.
    LOU

    Comentario por Lou Carrigan — Abril 16, 2007 @ 8:03 am

Suscripción RSS a los comentarios de la entrada. URI para TrackBack.

Disculpe, los comentarios están cerrados.