¿DE VERDAD TE CONOCES…?

NOSCE TE IPSUM
(Conócete a ti mismo)
 
Sugerencias leídas para
VIVIR DE VERDAD
 
Aproximadamente, las eras astrológicas constan de dos mil años. Ahora nos hallamos en la recién empezada era de Acuario; la anterior fue Tauro, y la anterior a ésta fue Aries. Al parecer, Acuario reúne todos los ingredientes astrológicos necesarios para poder catalogarla como una era afortunada; aun así, siempre hay personas que no están satisfechas, ya sea con la era o consigo mismas…

En determinado momento de su vida, algunas personas se dan cuenta de modo consciente de que, por muy afortunada que sea la era astrológica que les ha tocado vivir, no están contentas ni con su vida ni con ellas mismas. Erróneamente, llegan a la conclusión de que ni su vida ni ellas mismas son aceptables y aprovechables y que para serlo han de ser diferentes, han de cambiar. Por ejemplo, uno puede decidir que en lugar de ser médico prefiere dedicarse a la jardinería; o un bombero puede optar por pasarse a la informática; o una cabaretera meterse a monja…, y viceversa. No tiene nada de extraño que en un momento dado las personas se pregunten si realmente desean invertir el resto de su vida en lo que ahora las ocupa, y cabe admitir que algunas lleguen a la conclusión de que no es esto lo que desean, que desean otra cosa. Entonces, con toda razón, con todo derecho y con toda lógica, proceden a ello. Correcto. Tal vez sea posible y admisible que uno pueda cambiar de forma de vida y/o de circunstancias.
Todo esto, estos cambios de vida y/o de circunstancias, es posible. Se puede hacer.
Pero cambiar uno mismo no.
Nadie puede cambiar su personalidad fundamental.
Por mucho que se promocione la idea/solución de un cambio de personalidad o de manera de ser, esto hay que olvidarlo. De lo que en realidad se trata (y esto sí es perfectamente posible) es de sacar el máximo y mejor partido posible de lo que somos y cómo somos, porque esto (lo que somos y cómo somos) no lo cambiará nadie, insisto en ello y tenlo por absolutamente cierto e inmutable. Un cerezo no es un manzano… Por mucho que lo trates como si fuese un manzano el cerezo seguirá dando cerezas… o no dará nada si tanto y tanto lo presionas para que dé manzanas. No quieras ser un manzano si eres un cerezo.
La vida ofrece espejismos o visiones ilusorias que no debemos tener en cuenta.
Debemos ser realistas.
Una cosa es que te guste ser, por ejemplo, actor de cine, y otra cosa es que tengas las condiciones necesarias para ello. No pienses que si otros más feos o con menos méritos artísticos que tú son actores tú también puedes serlo y lo mereces más. Eso no es razonar, del mismo modo que no es razonar dar por sentado que si jugando al tenis A ganó a B, y C ganó a A, C ha de ganar a B. Razonar es conocerte tal como eres y sacar el mejor partido posible de ello, de esa realidad, dejando aparte las realidades ajenas. Si tienes un automóvil no pretendas surcar los mares con él: saca partido del automóvil recorriendo hermosos paisajes terrestres.
Ni siquiera sueñes en “cambiar”.
Lo que sí puedes conseguir es conocerte mejor, conocerte a fondo y de verdad, aceptar que eres así, asumirlo, y, aprovechando ese mayor conocimiento de ti mismo obtener para tu vida lo mejor en todo momento y circunstancia. No te quepa la menor duda de que conociéndonos a nosotros mismos podemos manejarnos mejor en la vida, obtener más y mejores provechos de nuestras facultades y talentos.
Conocerse a sí mismo es necesario para jóvenes y mayores. Se supone que una persona joven todavía no se conoce bien a sí misma. Pero tampoco es seguro ni forzoso que por el simple hecho de tener cincuenta o sesenta años uno se conoce bien a sí mismo, que uno se ha estudiado, analizado y aprovechado sus facultades y cualidades. No es la edad lo que determina el conocimiento de uno mismo. Una persona mayor puede que sepa más cosas de la Vida que una persona joven, pero aquí de lo que se trata no es de saber sólo muchas cosas de la Vida, sino de nuestra vida, y eso puede aprenderlo tanto un joven como una persona mayor. Algunas personas desatienden esta cuestión: están atentos a todo su entorno, pero no están atentos a sí mismos… Así, hay muchas cosas de nosotros mismos que desconocemos y que por tanto no podemos utilizar de modo racional y provechoso.
Existe gran cantidad de estudios interesantes y convenientes (informativos, formativos, creativos, de desarrollo y conocimiento interno…) que podemos abordar. La Quiromancia y la Astrología son elementos o ciencias de las más reconocidas y difundidas en cuanto a su aportación de datos para que las personas puedan dedicarse de modo consciente y bien dirigido hacia el pleno conocimiento de sí mismas, de sus características físicas y caracterológicas, de sus diversas posibilidades de desarrollo y de su evolución, y sepa ser naturalmente mejor y obtener provecho de ello en muchas facetas de la vida.
En cualquier caso, todas estas ciencias no determinan nada, o sea, no provocan ni fuerzan un destino, no predestinan a nadie a nada. Lo que sí pueden hacer es ayudarnos a comprender cómo somos y por qué somos de una manera y no de otra, por qué nos gusta tal cosa y nos desagrada tan profundamente tal otra, por qué nos ocurren estas cosas y no aquellas otras que preferiríamos…
Para mayor seguridad en cuanto al aprovechamiento consciente de uno mismo existen, además, las llamadas <técnicas de control y armonía> (Sofrología, Meditación, y muchas otras, creadas unas en Occidente y otras en Oriente), las cuales nos proporcionan un desarrollo mental y un control emocional que nos facilitan el vivir prevenidos e incluso protegidos contra posibles circunstancias adversas de la vida; en suma vivir mejor; y es sabido que cuanto mejor se vive más de verdad se vive.
Otro de los grandes conocimientos para el desarrollo de las facultades humanas son los chakras. Pero así como las técnicas o ciencias para nuestro mejor conocimiento propio y control personal son de aplicación sencilla y el único riesgo que entrañan es que podemos impacientarnos antes de conseguir hacerlas bien y obtener los frutos apetecidos, los chakras requieren (inicialmente al menos) una dirección magistral directa y, preferiblemente, individualizada.
En Nosce te ipsum te proporciono diferentes vías para facilitarte el conocimiento de ti mismo, y ello por una razón muy poderosa, que es la siguiente: aun teniendo cada persona todas las potencias (mentales, físicas, emocionales…) que caben en el ser humano, es normal que unas se hallen más desarrolladas y/o más visibles y activas que otras. Así, por ejemplo, tal vez el estudio de tu mano no sea lo bastante claro y explícito, pero sí podría serlo tu estudio astrológico, o tus biorritmos, o podrías servirte con gran provecho de tus chakras (que seguramente en este momento mantienes en total inactividad por desconocimiento de los mismos y de su gran utilidad).
Podríamos decir que <el saber no ocupa lugar y siempre te puede ayudar>.
Piensa que cuantos más elementos tengas para conocerte a ti mismo y aprovechar ese conocimiento mejor te irá la vida en todos los aspectos, pues más fácil y provechosamente podrás controlarla y enriquecerla… Ten siempre presente que si no la diriges tú, la dirigirá lo que llamamos “el destino”, o sea, bien se entiende, la pura y simple casualidad o el azar, y te aseguro que eso no te interesa ni conviene de ninguna manera, pues en la vida has de tener tu propia meta o propósito y no dejarla al azar en modo alguno. Tu vida la has de gobernar y dirigir tú, no el destino, ni la casualidad, ni nadie más que tú.
Piensa que todo puede suceder, pero que si sabes cómo controlar los imprevistos y sobre todo cómo controlarte a ti mismo no debes preocuparte.
Simplemente, conócete a ti mismo… y vivirás de verdad.
 

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