LOS SECRETOS DE MARI LOLI
LOU CARRIGAN INFORMA QUE…
Tener tratos con brujas puede ser peligroso, pero a fin de cuentas yo soy un novelista de aventuras y pocas aventuras podría escribir si yo mismo no fuese un aventurero de esos que según se dice desprecian el peligro. Y fue así, metido en aventuras un tanto arriesgadas, como conocí a Mariloli… Pero esto lo contaré otro día. Hoy voy a empezar la serie de capítulos extractados de mi libro sobre las brujas y otras entidades de gran empaque, libro que he escrito gracias a las confidencias de mi querida Mariloli mientras ambos volábamos en su escoba dando paseos increíbles por encima de paisajes y seres extra mundanos…
Bueno, menos cháchara y al trabajo.
BRUJAS,
MUERTOS,
HADAS Y SIRENAS
páginas maliciosas y amenas
de secretos y magia llenas
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BRUJAS. f. Mujeres que, según la opinión vulgar, tienen pacto con el diablo y hacen cosas extraordinarias por su medio, generalmente prácticas en el ámbito de la magia que ocasionan resultados aparentemente sobrenaturales y por lo general siniestros y nefastos.
BRUJAS, BRUJAS, BRUJAS…
¿Qué es una bruja?
Una simple pregunta de cuatro palabras y presenta muchos problemas para darle una respuesta. La más socorrida podría ser que es una vieja fea, mala, que hace bebedizos, echa maldiciones y vuela montada en una escoba.
De acuerdo.
Así pintan a las brujas, y posiblemente así son.
Sin embargo, al parecer, también hay brujas jóvenes y hermosas, capaces de volver loco de amor a un hombre. ¿Que esas brujas hermosas no son tales, que no son realmente hermosas sino horrendas viejas que por medio de bebedizos han transformado su aspecto…?
De acuerdo también; pero… ¿le importará eso al amante enamorado que ve ante él una hermosa joven que dice amarlo y que realmente le brinda amores sentimentales y corporales absolutamente deliciosos? ¿Qué es la vida sino lo que ven nuestros ojos, lo que siente nuestro cuerpo, lo que experimentan nuestros sentimientos?
Por tanto, si los ojos que la ven, la ven hermosa, la bruja será hermosa.
Y cuando una bruja se pone a ser hermosa hay para enamorarse de por vida.
Esto puede sucederle a cualquiera: un día va por la calle, ve una preciosa jovencita, y ¡zas!, se enamora sin darse cuenta de que está viendo una bruja. También puede sucederle un día encontrarse una bruja dentro del armario y morirse del susto ante la horrenda visión rebosante de verrugas y babas pestilentes.
Vamos, que una bruja puede ser lo que ella quiera ser. Y así, ponen bien difícil definir qué y/o cómo es una bruja.
O sea, que seguimos igual, sin saber dar una respuesta breve y contundente a la pregunta. Claro que también podemos conformarnos con la respuesta que hemos apuntado, esa que habla de volar montada en una escoba, pero eso sería muy poca cosa, sería muy simplista para quien, realmente, siente interés por las brujas.
¿Usted siente interés por las brujas?
Claro, porque si no, no estaría leyendo esto.
Lea, lea.
Lea con toda atención, porque en este libro, dosificada, está la respuesta a la pregunta respecto a qué es una bruja.
O sea, que quedará usted informado en medida más que suficiente para identificar a una bruja rápidamente. No diré en cuanto le ponga el ojo encima, porque eso no es fácil ni siquiera para los brujos, pero tenga por cierto que a la mínima brujería que ella haga usted le verá el plumero, y podrá tomar las medidas oportunas.
O sea, las medidas que a usted le gusten o convengan. Porque a lo mejor no le molesta tratar con brujas. O a lo mejor se enamora de una de ellas. O a lo mejor ya está enamorado de una bruja y no lo sabe. O a lo mejor usted es un brujo, como yo, sólo que aún no se ha enterado y precisa que alguien le ayude a realizarse…, y, en fin, mil posibilidades más.
Pero que conste: yo ya le habré dicho cómo identificarlas. Que después de esto, y a pesar de todo esto, a usted le gusten las brujas y decida relacionarse con ellas… ¡es su problema!
BRUJAS, BRUJOS Y BRUJERÍAS
Las brujerías, o acciones de supuesta magia que ocasionan resultados siniestros y nefastos dieron lugar, ya en tiempos de los romanos antes de Jesucristo, a disposiciones jurídicas de más o menos importancia.
Cabría distinguir lo que podría ser un <crimen> respaldado en la magia, y un <delito> fruto de la brujería. En ambos casos, y dejando aparte la importancia relativa de cada uno, lo cierto es que los resultados son siempre dañinos para las personas o sus bienes, y así se intentó prevenirse de estas "magias" estableciendo unas disposiciones de castigos severísimos que se iniciaron en el año 451 a. de J.C. y que abarcaron hasta las disposiciones de Justiniano muchos años después.
El temor a la magia era muy intenso y profundo, estaba tan arraigado que se tenía la certeza de que las brujerías podían afectar al mismísimo emperador romano.
Un caso típico en este sentido es el que, según escritos de Tácito, hace referencia nada menos que al emperador Julio César Germánico (año 19 a. de J.C.), del cual se dijo que había sido muerto debido a ciertos sortilegios que después de su muerte se descubrió que habían sido hechos contra su persona.
Esto causó un terror colectivo en Roma que dio lugar a grandes complicaciones y enfrentamientos entre creyentes y no creyentes de la brujería.
Existen numerosos documentos que certifican que en los tiempos antiguos, lo mismo en Oriente que en Occidente, existía la creencia en los siniestros poderes transformativos de brujas y brujos y en los grandes desastres que sus brujerías podían ocasionar.
Una de las creencias más extendida y de mayor influencia indiscutible es la llamada <cabalgata nocturna>, durante la cual brujos y brujas hacían de las suyas sin que hubiera modo de impedirlo.
El triunfo del cristianismo a partir de Constantino auspició una normativa general que rechazaba todas las creencias más o menos exóticas y asentaba como definitiva y única creencia religiosa la del cristianismo. Se estableció una legislación que prohibía y condenaba cualquier práctica religiosa que no fuese la mencionada.
San Juan Crisóstomo atacó ferozmente a las mujeres que empleaban hechizos y encantamientos diversos para sus propósitos, generalmente nefastos. Una mujer de alto rango, la emperatriz Eudoxia, se había entregado con tanta credulidad y pasión a excesos de magia y brujería que tuvo que condenarla, instándola a que abandonase sus prácticas y supersticiones.
En el Norte de Europa, la vida estuvo regida por el gran temor a los magos y los brujos, a los que se hacía responsables no sólo de cuanto de malo ocurriera en líneas generales sino de las desgracias que ocurrían a personas principales, especialmente a los reyes. Los godos llegaron incluso a relacionar el nacimiento de los hunos con sus actividades comerciales que les ponían en contacto con espíritus inmundos.
Se habla en las crónicas anglosajonas, entre los años 967 y 972, del hechizo del rey Duff de Escocia, el cual estaba aquejado de inexplicables sudores que evidentemente eran la causa del declive de su salud. Laboriosas investigaciones conforme a los procedimientos de la época condujeron al descubrimiento de los culpables, los cuales, en secretos conciliábulos y por medio de impresionantes rituales, sometían a la acción de fuego lento a unas figuras de cera hechas a imagen y semejanza del rey Duff. Una vez apresados estos practicantes de magia y eliminadas por tanto sus acciones, los sudores y la enfermedad del rey cesaron.
TO BE CONTINUED
Lou, eu acredito em bruxas. Conheço algumas, são lindíssimas e moram em Copacabana.
Comentario por Jôka P-Av.Copacabana — Febrero 14, 2009 @ 9:57 pm
Querido Jôka, ya veo en tu blog que estáis preparando el Carnaval, con flores y con lindas mulatas sonrientes. ¿Son brujas estas mulatonas tan lindas? Por suouesto que si son de Copa tienen que ser MUY lindas. pues ahí todo es bello. Me dan tentaciones de irme a vivir a Rio…
Te envío un fuerte abrazo.
LOU CARRIGAN
Comentario por Lou Carrigan — Febrero 17, 2009 @ 12:16 pm