Lou Carrigan

 

TU VIDA ES TUYA

 

El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar su vida tan sólo cambiando la actitud de su mente.

                                         William James.

 

Usted se halla ante la puerta de un salón en cuyo interior hay una hermosa fiesta llamada VIDA.

 Todo lo que tiene que hacer es abrir la puerta y entrar.

 Le estamos esperando.

 Simplemente, entre, únase a quienes ya hemos decidido ser nosotros mismos, es decir, utilizar nuestra propia y verdadera mente. No hace falte que cambie nada: solamente hace falta que aprenda a usarla.

 

Si observáis con verdadera atención y detenimiento nuestro entorno, veréis claramente que todo cuanto ofrecen la Tierra y la Vida es básica y estructuralmente susceptible de gozo y no de otra cosa. Cuando del gozo pasamos al dolor o la pena siempre es por causas ajenas a la Vida y a la Tierra, y atribuibles a la  malversación que hacemos los humanos de la gran fortuna-patrimonio que es la salud, la inteligencia y el amor. Por  ejemplo, la guerra, el desamor y la enfermedad no forman parte de la vida de por sí, sino como consecuencia de la ignorancia y de la comisión de desafortunados actos o de las omisiones de otros actos del ser humano que serían deseables.

  

Las flores se hicieron tan bonitas porque al ser tan frágiles  e indefensas sólo de su belleza podían servirse para disuadir a los otros seres vivos de su afán innato de destrucción; con su belleza se aseguraban la supervivencia. ¿Quién iba a ser tan bruto de destruir algo tan hermoso…?

 

Día llegará en que los amos de nuestras vidas no nos dejarán abrir los ojos cuando nazcamos, o nos los vendarán o extirparán antes de que la visión infantil se concrete, y así, cieguecitos, todavía estaremos más a su merced. Pues eso es lo que han hecho con el sexo: nos lo han atrofiado desde la cuna con una  “educación” criminal, ya que no tiene otro nombre toda norma  “educativa” que tienda a engañar, manipular, defraudar al ser humano nada menos que en su integridad física y mental, convirtiéndolo en un bobo semicastrado que vive conforme a consignas tan antinaturales que es un verdadero milagro que todavía se pueda entrar en erección; aunque supongo que eso se nos permite porque si no tuviésemos erecciones y de cuando en cuando se nos permitiera atenderlas debidamente, dejaríamos de tener hijos para que trabajasen para los mismos que nos han semicastrado sexualmente y sin semi mentalmente.

 

 

Algo alucinante, horrible, horroroso, espantoso, increíble en fin: que mi vida no es mía, que mi vida no es para mí, sino para otros. O para ser más justo o cuando menos exacto: que mi vida es un diez por ciento para mí y un noventa por ciento para otros.

  O sea, que tu vida no es propia y totalmente tuya, sino una extensión de otras vidas… mientras tú lo permitas, mientras no utilices tu mente por ti mismo y para ti mismo.

 

 

This entry was posted on Lunes, Noviembre 23rd, 2009 at 6:33 pm and is filed under Cosas de la vida. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.